Con mucho guión.
Que nadie se asuste, que la entrada no es literal, y tampoco especialmente metafórica. Simplemente es una alusión al videojuego de la imagen y el plan de hoy, que ha sido completamente revival: quedar con un amigo para, mano a mano y cada uno con su mando, enfrentarnos a hordas de enemigos a los que aporrear de forma inmisericorde con la cuarta entrega de una saga clásica del género.
Durante toda una tarde de machacar el botón, hemos ido apalizando enemigos, descojonándonos de sus escenarios y comparándolos con diferentes barrios de Bilbao, mientras alternábamos entre arreglar el mundo charlando (lo bueno del juego es que el desgaste intelectual que requiere no impide tener una conversación mientras se juega) y berrear vocablos poco agradables a la pantalla y comentarios que jamás haría en público.
Lo que se le pide a un plan de tarde de consola, vaya. Que había mono.
Solucionando los problemas por medio del diálogo.
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