En Internet las imprudencias se pagan.
El anonimato en Internet nos puede hacer sentir muchas veces muy seguros, pero hay que tener cuidado con lo que decimos, o nos podemos llevar alguna sorpresa desagradable. Es el caso de esta historia, que no puedo decir que sea cierta, pero sí que puedo afirmar sin género de errores que es inventada:
-Toc, toc
-¿Quién es?
-Policía Nacional, abra.
-Hola, ¿en qué puedo ayudarles?
-¿Es usted Fulano Pérez, que firma en Internet como Pollito77?
-Sí, soy yo, ¿qué pasa?
-Verá, tenemos aquí un tuit suyo en el que dice a un político, y cito textualmente, "te voy a matar".
-Joder, fue un calentón, de verdad que lo siento. ¿Es muy grave?
-Hombre, pues bastante si tenemos en cuenta que no lo ha matado.
-Ya le digo que realmente no tenía intención de matarlo, que fue el calentón del momento.
-¿Es usted consciente de la seriedad del asunto? ¿La que le puede caer?
-¿Por unas amenazas en un calentón?
-No, hombre, por mentir en Internet. Usted afirmó que lo iba a matar y no lo ha matado. ¿Es consciente de lo grave que es eso?
-Jo, pues ya lo siento, pero...
-Ni pero ni pera, ahora va usted y lo mata.
-¿Pero así, sin más?
-Tome mi pistola, y que no me entere yo de que no lo mata, o se va a enterar usted.
-Gracias agente.
-A usted, que tenga un buen día.
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