Pese al facepalm, parece que el juego mola.
Este juego llevaba ya tiempo en mi haber, pero había estado en el banquillo hasta que hoy por fin hemos podido sacarlo a la mesa. Y la primera experiencia ha sido bastante positiva.
Es un juego de mesa pseudocooperativo, con formato legacy, en el que los jugadores representan a las casas nobles de un reino que tienen que ayudar a gobernar, por medio de las decisiones que irán surgiendo en la historia. Y digo pseudocooperativo porque aunque todos tienen fines a priori comunes, cada jugador tiene además su agenda secreta, que es con lo que intentará ganar la partida.
El mecanismo, o al menos lo que de momento sabemos de él, es básicamente el siguiente: se saca una carta de dilema, que cuenta parte de la historia y plantea una encrucijada, con una decisión a tomar colectivamente y consecuencias en uno u otro sentido (por ejemplo, dedicar los campos a entrenar soldados subiría la fuerza del ejército, pero dedicarlos a plantar trigo aumentaría la comida), y los jugadores tendrán que ir pujando, en una especie de juego de apuestas, para ver qué opción sale. Así, se irán desbloqueando nuevas tramas (y posiblemente reglas) y se irá avanzando en una saga que irá de rey en rey. Y esa es otra de las cosas graciosas del juego, que cada sesión de juego es un rey, y esta termina cuando muere o abdica, representando la partida un periodo de la historia de ese reino que puede durar décadas o incluso siglos.
Habrá que darle más partidas, a ver qué tal evoluciona, pero las primeras sensaciones han sido muy positivas. El único "pero" que le pongo es que a veces resulta tan divertido meterse en el rol de la casa noble que nos ha tocado, que si nos dejamos llevar por la coherencia narrativa podemos tomar decisiones que manden nuestra partida a la porra. ¡Pero no estamos aquí por la victoria, sino para pasar un buen rato!
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