Reparto de lujo.
Si analizo por separado los elementos de esta película, me debería haber gustado mucho. Estética bien, actores bien, fotografía bien, argumento bien, tono de la película bien... todo bien, pero hay algo en el conjunto, que no sé lo que es, y que hace que no me haya entusiasmado del todo. Gustarme sí, pero menos el todo que las partes. ¿Puede que sea un tema de expectativas? Puede ser.
Esto va de que en 1933, dos veteranos de la gran guerra son testigos de un asesinato y se ven, como consecuencia, envueltos en una conspiración bastante gorda, que de alguna manera conectará con una persona muy importante de su pasado, de una época en la que, años atrás, fueron muy felices en el Amsterdam que da título a la película. Y es que esa ciudad es importante, en tanto que representa la preciosa relación que une al triángulo Bale-Robbie-Washington, que es lo que vertebra la película (si es que lo pienso y sigo sin saber qué es exactamente lo que no me gustó).
Poco a poco, como es habitual en el género, la trama se irá complicando cada vez más, hasta llegar a su desenlace, que resulta un tanto agridulce, pero adecuado para el tono de la película.
En resumen, una interesante película noir con peculiares toques de humor negro y un buen elenco de personajes carismáticos, que si bien puede no ser una obra maestra, merece la pena que se le eche un vistazo.
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