No sin mi melón.
El rugby es un deporte de burros jugado por caballeros y el fútbol es un deporte de caballeros jugado por burros, suele decirse. Y la verdad es que es algo que no había tenido ocasión de comprobar, pues nunca antes había practicado este deporte, pero coincidiendo con que pronto son las fiestas de Mungia, un amigo me comentó que hacían una especie de día del rugby, con pachangas de rugby 7, con el ánimo de darlo a conocer.
Y como nunca está de más probar cosas nuevas, me he animado y me he acercado ahí, y la verdad, es que me ha gustado bastante. Primero nos han dado unas nociones básicas de cómo jugar, de las reglas, de táctica... pues casi todos éramos completamente novatos, y ya en el entrenamiento previo un placaje ha hecho crecer varios centímetros mi rodilla, rodilla que ha sido nuevamente castigada al colisionar con la sien de un compañero de equipo en un revoltijo en pos del balón.
Pero los golpes, caídas y remojones, que llovía que daba gusto, no han impedido el disfrute del rugby, y ha sido una tarde de lo más entretenida, siendo además bastante satisfactorio poder tirar para delante a lo bruto mientras intentan derribarte, o cosas más divertidas como poder agarrar de un tobillo al que lleva la bola para hacerle caer, y que no sea falta.
Además, con la inscripción regalaban camiseta y barra libre de refrescos y cerveza (que yo no he probado porque no me gusta la cerveza y además tenía que conducir) y algo de picoteo, aunque no nos hemos quedado, que no quería volver demasiado tarde.
La experiencia francamente positiva, aunque me temo que las agujetas de mañana me harán decir otras cosas de andarme chocando con otros señores.
Y como nunca está de más probar cosas nuevas, me he animado y me he acercado ahí, y la verdad, es que me ha gustado bastante. Primero nos han dado unas nociones básicas de cómo jugar, de las reglas, de táctica... pues casi todos éramos completamente novatos, y ya en el entrenamiento previo un placaje ha hecho crecer varios centímetros mi rodilla, rodilla que ha sido nuevamente castigada al colisionar con la sien de un compañero de equipo en un revoltijo en pos del balón.
Pero los golpes, caídas y remojones, que llovía que daba gusto, no han impedido el disfrute del rugby, y ha sido una tarde de lo más entretenida, siendo además bastante satisfactorio poder tirar para delante a lo bruto mientras intentan derribarte, o cosas más divertidas como poder agarrar de un tobillo al que lleva la bola para hacerle caer, y que no sea falta.
Además, con la inscripción regalaban camiseta y barra libre de refrescos y cerveza (que yo no he probado porque no me gusta la cerveza y además tenía que conducir) y algo de picoteo, aunque no nos hemos quedado, que no quería volver demasiado tarde.
La experiencia francamente positiva, aunque me temo que las agujetas de mañana me harán decir otras cosas de andarme chocando con otros señores.
1 comentario:
Rugby rulez!!
Publicar un comentario