Mmm... rico...
Este fin de semana ha tocado ir dos veces a Wok. La primera, en Pamplona, en el cumpleaños de cierta persona, en el que tras la cena nos fuimos por ahí de bares, yendo primero a una peligrosa chupitería y luego a un bar de estilo ochentero bastanta majo, para acabar yendo a casa de unos amigos a jugar al Dixit y al Dominion (con sendas victorias jokinescas)
Y hoy, en Bilbao, nuevamente wok, pues era la despedida del señor Darius, que se va este año a estudiar a Japón, por lo que una cena de comida oriental parecía lo más señalado.
Así que lo que es hambre, no se puede decir que haya pasado.
Y hoy, en Bilbao, nuevamente wok, pues era la despedida del señor Darius, que se va este año a estudiar a Japón, por lo que una cena de comida oriental parecía lo más señalado.
Así que lo que es hambre, no se puede decir que haya pasado.
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