jueves, 2 de septiembre de 2010

Predators

Y alienígenas.

Uno va al cine a ver esto pensando que se va a encontrar con la típica película de marines muriendo, y no es así. Lo que muere en esta película no son marines.

Ahora en serio. Predators es una película honesta que te da lo que esperas de ella, un festival de disparos y sangre en la jungla, con un grupo de personajes variopintos que se encuentran en el coto de caza de los Predators y ellos son la caza, por lo que tienen que apartar sus diferencias y colaborar en este siniestro juego.

Del reparto destacan, por conocidos, Adrien Brody en su papel de duro mercenario, Danny Trejo, protagonista de Machete y que aquí se llama "Cuchillo", o el cameo de Laurence Fishburne (conocido mayormente por su papel de Morfeo en Matrix)

El argumento, pues es bien simple. Un grupo de desconocidos, que tienen en común ser máquinas de matar; un mercenario americano, una militar israelí, un ángel de la muerte Sierra Leona, un sicario de la mafia mexicana, un militar ruso, un miembro de la Yakuza y un condenado a muerte (y un médico, será por lo de matasanos), es lanzado en paracaídas a una extraña jungla que luego descubrirán que no es la Tierra (podría ser perfectamente Pandora) y tienen que buscar la forma de sobrevivir, pero su feliz idea de salir todos vivos del planeta choca con las luctuosas intenciones de sus carceleros, y se enfrentarán a un juego de cazador contra presa, para darse cuenta de que técnicamente, todos ellos son depredadores.

No va a ser ésta la película que revolucione el cine, pero tampoco me parece que desmerezca a la original de Schwarzenegger (lo he escrito sin usar Google) a la que hace un par de guiños que son de agradecer. Y el toque de Robert Rodríguez, que nos regala un duelo entre un samurai y un predator sin que desentone demasiado.

Si es acción y entretenimiento lo que le pide el espectador a Predators: deseo concedido.

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