¡Encuentro aleatorio!
Escribo desde el autobús que me trae de regreso a Bilbao, tras una visita relámpago a Madrid, donde he pasado el fin de semana.
Ya el viernes, cuando llegué, la cosa pintó psicodélica cuando en la estación de autobuses vi unos cuántos payasos (literal), y también me encontré, azares del destino, al amigo Sappia, con lo que el chiste fácil, tanto por su parte como por la mía, estaba servido.
Del viernes poco más que contar. Unas pizzas para cenar, risas, Youtube y tras ver un par de capítulos de la inclasificable serie británica Psychoville, a la cama. El sábado por la mañana escribiendo y preparando los personajes para la partida de la tarde. Una partida de Cthulhu con el sistema de Hitos, y la peculiaridad de que jugamos no como investigadores sino como cultistas.
Después de la partida, pedimos algo de cena y nos quedamos de charleta hasta las mil, hora a la que cogemos un taxi y nos retiramos a casa, donde vemos más capítulos de Psychoville (oro puro de serie) y nos vamos a dormir.
Domingo por la mañana. Aprovecho para escribir algunas cosillas de 2084 y vemos algún capítulo más de Psychoville en la sobremesa, antes de coger el autobús que me trae a Bilbao.
Ya el viernes, cuando llegué, la cosa pintó psicodélica cuando en la estación de autobuses vi unos cuántos payasos (literal), y también me encontré, azares del destino, al amigo Sappia, con lo que el chiste fácil, tanto por su parte como por la mía, estaba servido.
Del viernes poco más que contar. Unas pizzas para cenar, risas, Youtube y tras ver un par de capítulos de la inclasificable serie británica Psychoville, a la cama. El sábado por la mañana escribiendo y preparando los personajes para la partida de la tarde. Una partida de Cthulhu con el sistema de Hitos, y la peculiaridad de que jugamos no como investigadores sino como cultistas.
Después de la partida, pedimos algo de cena y nos quedamos de charleta hasta las mil, hora a la que cogemos un taxi y nos retiramos a casa, donde vemos más capítulos de Psychoville (oro puro de serie) y nos vamos a dormir.
Domingo por la mañana. Aprovecho para escribir algunas cosillas de 2084 y vemos algún capítulo más de Psychoville en la sobremesa, antes de coger el autobús que me trae a Bilbao.
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