La verdad es que con el título ya lo cuento casi todo. Hoy había partido de baloncesto (a lo que me he vuelto a abonar este año) y la cosa pintaba bastante mal. El equipo venía de perder en Alicante, tenía ausencias y delante al poderoso Real Madrid, con grandísimos jugadores entre los que destaca Rudy Fernández (es uno de mis jugadores favoritos, qué se le va a hacer) Pero el Real Madrid ha empezado el partido totalmente ido, mientras que el Bilbao Basket ha salido enchufadísimo, y pocos minutos después el marcador mostraba un bello 14-0.
Estaba claro que de un momento a otro el Real Madrid iba a mostrar las uñas, pero su reacción no terminaba de gestarse, y se ha llegado al descanso 13 puntos arriba. En el tercer cuarto parecía que la cosa no cambiaba mucho, y el Bilbao Basket ha llegado a plantarse 19 puntos arriba, que se dice fácil.
Pero entonces ha llegado el cortocircuito, y entre pitos y flautas (hay quien echaría la culpa a los árbitros) el Real Madrid se ha ido comiendo la renta, hasta llegar a ponerse a UN punto. La sombra del partido de Alicante era alargada, y volver a perder un partido tras haberlo dominado era una posibilidad muy real. Además, el reparto de faltas era claramente desigual, con muchas más para los hombres de negro.
Por suerte, la cosa ha tenido final feliz, y se ha llegado al final con un hermoso 86-82, tras 20 segundos realmente largos. Primera victoria.
De los jugadores me han gustado mucho Vasileadis (a quien el año pasado apenas vi), y sobre todo Grimau, que ha sido para mí una de las claves. Sin olvidar, claro, a los de siempre: Mumbrú, Jackson y cómo no, Banic.
En cuanto al pabellón, mi localidad y tal. Pues bueno, no es mi añorada Casilla, pero desde luego está lejos de ser el aborrecible BEC, por lo que puestos a buscar un término medio, Miribilla aprueba con soltura. Eso sí, cuando los partidos sean en domingo a la mañana, me voy a cagar.
Estaba claro que de un momento a otro el Real Madrid iba a mostrar las uñas, pero su reacción no terminaba de gestarse, y se ha llegado al descanso 13 puntos arriba. En el tercer cuarto parecía que la cosa no cambiaba mucho, y el Bilbao Basket ha llegado a plantarse 19 puntos arriba, que se dice fácil.
Pero entonces ha llegado el cortocircuito, y entre pitos y flautas (hay quien echaría la culpa a los árbitros) el Real Madrid se ha ido comiendo la renta, hasta llegar a ponerse a UN punto. La sombra del partido de Alicante era alargada, y volver a perder un partido tras haberlo dominado era una posibilidad muy real. Además, el reparto de faltas era claramente desigual, con muchas más para los hombres de negro.
Por suerte, la cosa ha tenido final feliz, y se ha llegado al final con un hermoso 86-82, tras 20 segundos realmente largos. Primera victoria.
De los jugadores me han gustado mucho Vasileadis (a quien el año pasado apenas vi), y sobre todo Grimau, que ha sido para mí una de las claves. Sin olvidar, claro, a los de siempre: Mumbrú, Jackson y cómo no, Banic.
En cuanto al pabellón, mi localidad y tal. Pues bueno, no es mi añorada Casilla, pero desde luego está lejos de ser el aborrecible BEC, por lo que puestos a buscar un término medio, Miribilla aprueba con soltura. Eso sí, cuando los partidos sean en domingo a la mañana, me voy a cagar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario