Un divertido despropósito, y como se preveía, un reboot totalmente innecesario. Es verdad que aporta alguna cosa positiva, y en algunos apartados me pudo gustar más que las anteriores. Pero en general me parece bastante inferior a la versión de Sam Raimi.
¿Este era el Spiderman oscuro y serio? Venga, va, en serio. Si algo me ha gustado de esta película, es que no paraba de reírme durante la misma. Puede ser muchas cosas, pero no seria. De hecho, peca de repetir el mismo chiste una y otra vez. Que sí, que Peter Parker es superfuerte, y rompe cosas sin querer... otra vez. ¡Oh, vaya, se le han vuelto a quedar los dedos pegados! Y la obvia aparición de Stan Lee, es más delirante que cualquiera de las anteriores.
El tratamiento de Peter Parker es totalmente irregular, con momentos de genialidad (sí, Spiderman es un bocazas que no para de hablar mientras pelea) y algunos muy humanamente creíbles (si tuviera superpoderes y un tipo se cargara a mi padre, también buscaría venganza), pero por otras son de vergüenza ajena. A la pobre interpretación de Andrew Garfield (¿en serio, a quién se le ocurrió elegirlo para el papel?) hay que sumar que el personaje a veces resulta gilipollas. Bueno, en general muchos de los personajes de la película lo son. Hay veces que uno no sabe si está viendo Spiderman o una entrega de los premios Darwin. ¿De verdad, cuántas veces habrían disparado los de seguridad a Parker de ser esto medianamente realista?
No me desagradó Gwen Stacy, pese a no ser Emma Stone santo de mi devoción. No así Tía May, que no me terminaba de convencer. En cuanto a Tío Ben, el personaje, a pesar de la imperdonable omisión de su frase "un gran poder conlleva una gran responsabilidad", lema que Spiderman hace suyo, no me desagradaba, aunque su muerte, tal y como la presentan, quita mucho sentido a gran parte de las motivaciones de Spiderman, que tiene aquí mucho más difícil sentirse culpable por ello.
El que me pareció un gran patinazo fue el malo de la película, el Lagarto. En primer lugar, no da la impresión de desarrollar la fuerte amistad que une al doctor Connors con Peter Parker, y que genera en el trepamuros el conflicto de tener que enfrentarse al hombre al que admira. Aquí Curt Connors resulta ser un chungo que busca poder, y que casi da más miedo en forma humana que reptiloide. Además, como lagarto me parece fallido, no solo en tema de diseño (que no me gusta, pero eso va por gustos) sino de personalidad. El Lagarto es la parte primaria y reptil de Connnors, no es simplemente un malvado y astuto Mr. Hyde. Lagarto es "¡unga!", no "mezclo compuestos químicos en mitad de una pelea y fabrico una bomba casera a lo McGyver". Lagarto es "destrozo y aplasto", no "trazo un maquiavélico plan, como si fuera el Joker".
En el lado positivo, los efectos especiales están bastante logrados, y es cierto que la película nos ofrece 2 horas y media de diversión. Pero si lo que pretendía era darnos una visión más profunda del personaje, me temo que salvo en momentos muy puntuales, patina.
Lo dicho. Divertida pero innecesaria.
¿Este era el Spiderman oscuro y serio? Venga, va, en serio. Si algo me ha gustado de esta película, es que no paraba de reírme durante la misma. Puede ser muchas cosas, pero no seria. De hecho, peca de repetir el mismo chiste una y otra vez. Que sí, que Peter Parker es superfuerte, y rompe cosas sin querer... otra vez. ¡Oh, vaya, se le han vuelto a quedar los dedos pegados! Y la obvia aparición de Stan Lee, es más delirante que cualquiera de las anteriores.
El tratamiento de Peter Parker es totalmente irregular, con momentos de genialidad (sí, Spiderman es un bocazas que no para de hablar mientras pelea) y algunos muy humanamente creíbles (si tuviera superpoderes y un tipo se cargara a mi padre, también buscaría venganza), pero por otras son de vergüenza ajena. A la pobre interpretación de Andrew Garfield (¿en serio, a quién se le ocurrió elegirlo para el papel?) hay que sumar que el personaje a veces resulta gilipollas. Bueno, en general muchos de los personajes de la película lo son. Hay veces que uno no sabe si está viendo Spiderman o una entrega de los premios Darwin. ¿De verdad, cuántas veces habrían disparado los de seguridad a Parker de ser esto medianamente realista?
No me desagradó Gwen Stacy, pese a no ser Emma Stone santo de mi devoción. No así Tía May, que no me terminaba de convencer. En cuanto a Tío Ben, el personaje, a pesar de la imperdonable omisión de su frase "un gran poder conlleva una gran responsabilidad", lema que Spiderman hace suyo, no me desagradaba, aunque su muerte, tal y como la presentan, quita mucho sentido a gran parte de las motivaciones de Spiderman, que tiene aquí mucho más difícil sentirse culpable por ello.
El que me pareció un gran patinazo fue el malo de la película, el Lagarto. En primer lugar, no da la impresión de desarrollar la fuerte amistad que une al doctor Connors con Peter Parker, y que genera en el trepamuros el conflicto de tener que enfrentarse al hombre al que admira. Aquí Curt Connors resulta ser un chungo que busca poder, y que casi da más miedo en forma humana que reptiloide. Además, como lagarto me parece fallido, no solo en tema de diseño (que no me gusta, pero eso va por gustos) sino de personalidad. El Lagarto es la parte primaria y reptil de Connnors, no es simplemente un malvado y astuto Mr. Hyde. Lagarto es "¡unga!", no "mezclo compuestos químicos en mitad de una pelea y fabrico una bomba casera a lo McGyver". Lagarto es "destrozo y aplasto", no "trazo un maquiavélico plan, como si fuera el Joker".
En el lado positivo, los efectos especiales están bastante logrados, y es cierto que la película nos ofrece 2 horas y media de diversión. Pero si lo que pretendía era darnos una visión más profunda del personaje, me temo que salvo en momentos muy puntuales, patina.
Lo dicho. Divertida pero innecesaria.
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