Recién llegado a casa, hago la crónica de este fin de semana en el que me fui de turismo a la asturiana localidad de Santibáñez de Murias, en el municipio de Aller. "Ayer estuve en Aller", podemos decir.
La salida desde Bilbao fue a eso de las 9 de la mañana, y tras una parada en Oviedo para comer (unas buenas fabes, como debe ser), nos pusimos en ruta hacia el sitio, y tras algo de carretera encontramos la casa a eso de las 5 y pico. El cupón con el que habíamos reservado la estancia incluía también un circuito de spa, así que tardamos poco tiempo desde que llegamos y nos instalábamos hasta que estuvimos debajo de una ducha termal. Y luego masaje.
Por la noche, también incluida en el cupón, una cena que dejaba poco espacio al hambre, y en la que además se daba la curiosa circunstancia de que no había nada que no me gustase. Y tras la cena, pues un poco de charleta, animada con partidas de ajedrez, y a la camita.
Por la mañana desmontamos el chiringuito y somos trolleados por Google, que en su mapa nos dice que hay un pueblo cercano llamado "Las Vegas", al que decidimos ir, por hacer la tontería. Y tras seguir las indicaciones vemos que no existe tal sitio, y que el lugar que indicaba en el mapa realmente se llama Ujo. Es más, comprobando en Google Maps vemos que cerca de Mieres nos dice que está "Las Cegas", y al hacer zoom... ¡desaparece!
Renunciamos a nuestro plan de ver la mítica localidad y nos vamos a Gijón, donde tras comer vamos a parar a una tasca digna de salir en Torrente, llena de banderas de Ultra Sur y menos luz que el cuarto oscuro de una gruta nocturna.
Abandonado Gijón, una paradita cerca de Llanes y ya por fin regreso a Bilbao.
Spa... :D
La salida desde Bilbao fue a eso de las 9 de la mañana, y tras una parada en Oviedo para comer (unas buenas fabes, como debe ser), nos pusimos en ruta hacia el sitio, y tras algo de carretera encontramos la casa a eso de las 5 y pico. El cupón con el que habíamos reservado la estancia incluía también un circuito de spa, así que tardamos poco tiempo desde que llegamos y nos instalábamos hasta que estuvimos debajo de una ducha termal. Y luego masaje.
Por la noche, también incluida en el cupón, una cena que dejaba poco espacio al hambre, y en la que además se daba la curiosa circunstancia de que no había nada que no me gustase. Y tras la cena, pues un poco de charleta, animada con partidas de ajedrez, y a la camita.
Por la mañana desmontamos el chiringuito y somos trolleados por Google, que en su mapa nos dice que hay un pueblo cercano llamado "Las Vegas", al que decidimos ir, por hacer la tontería. Y tras seguir las indicaciones vemos que no existe tal sitio, y que el lugar que indicaba en el mapa realmente se llama Ujo. Es más, comprobando en Google Maps vemos que cerca de Mieres nos dice que está "Las Cegas", y al hacer zoom... ¡desaparece!
Renunciamos a nuestro plan de ver la mítica localidad y nos vamos a Gijón, donde tras comer vamos a parar a una tasca digna de salir en Torrente, llena de banderas de Ultra Sur y menos luz que el cuarto oscuro de una gruta nocturna.
Abandonado Gijón, una paradita cerca de Llanes y ya por fin regreso a Bilbao.
Spa... :D
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