Otra vez concilio gastronómico que usa los libros como excusa, es decir: club del libro. Aunque ayer fue más libros que comida, no porque no la hubiera, sino porque llegamos algo más tarde y parte de la merendola ya se había realizado (nuestra aportación ahí fueron unas botellas de sidra recién traída de Asturias) y porque me llevé más libros.
La anterior vez me había llevado el cómic Camino a la perdición, que me deja ahora pendiente de ver la película, la cual tenía pendiente de ver desde antes incluso de saber que estaba basada en un cómic. Y también me llevé un clásico de la ciencia ficción que tenía pendiente desde hacía mucho: Ubik, de Philip K. Dick. Está muy bien, pero tiene el problema de que al ser una fuente de la que han bebido muchas orbas posteriores, da la impresión de ser un conjunto de clichés.
Y me llevé, pues lo que se ve en la foto. Crónicas marcianas, de Ray Bradbury. Del mismo autor leí hace tiempo Fahrenheit 451; Asfixia de Chuck Palahnkiuk, de quien he podido leer El club de la lucha (posiblemente más conocida por su versión cinematográfica); Contact, la novela de Carl Sagan en la que se basa la película homónima de Jodie Foster, y El porqué de las cosas, una serie de relatos cortos que según me dijeron, "me hará perder la fe en la Humanidad".
Ahora el desafío es que me dé tiempo a leerlos antes de la próxima edición, con la agravante de que tengo todavía medio empezado el tochazo de El temor de un hombre sabio.
La anterior vez me había llevado el cómic Camino a la perdición, que me deja ahora pendiente de ver la película, la cual tenía pendiente de ver desde antes incluso de saber que estaba basada en un cómic. Y también me llevé un clásico de la ciencia ficción que tenía pendiente desde hacía mucho: Ubik, de Philip K. Dick. Está muy bien, pero tiene el problema de que al ser una fuente de la que han bebido muchas orbas posteriores, da la impresión de ser un conjunto de clichés.
Y me llevé, pues lo que se ve en la foto. Crónicas marcianas, de Ray Bradbury. Del mismo autor leí hace tiempo Fahrenheit 451; Asfixia de Chuck Palahnkiuk, de quien he podido leer El club de la lucha (posiblemente más conocida por su versión cinematográfica); Contact, la novela de Carl Sagan en la que se basa la película homónima de Jodie Foster, y El porqué de las cosas, una serie de relatos cortos que según me dijeron, "me hará perder la fe en la Humanidad".
Ahora el desafío es que me dé tiempo a leerlos antes de la próxima edición, con la agravante de que tengo todavía medio empezado el tochazo de El temor de un hombre sabio.
1 comentario:
Aficionado... :P
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