Suit up!
Iron Man, el hombre del traje de... Nop.
¿Qué pasa cuando Tony Stark pierde su supertraje? ¿Es el traje el que hace al hombre, o el hombre el que hace al traje?
Esa es una de las cuestiones que se dirimen en la tercera entrega de Iron Man, inspirada en la trama Extremis, en la que Tony Stark debe explotar más que nunca su intelecto y sus recursos, para enfrentarse al peligroso Mandarín, y a las consecuencias de abrir la boca más de la cuenta.
Para mi gusto más floja que las anteriores, con partes buenss, pero algo aburrida por por momentos, y alguna que otra escena ridícula, como la de los pasajeros cayendo del avión (¿física? ¿para qué?), y una soberana patada al cómic, que puede hacer retorcese los hígados de los aficionados al cómic, en ese momento en el que se revela la identidad de Osama Bin Laden el enigmático Mandarín. Doloroso.
Lo que sí me gustó bastante es que no omiten la existencia de la película de Los Vengadores, donde también sale Iron Man, dando una sensación de mundo común y no de islas intependientes, dejando claro que lo acaecido en esa otra película deja ciertas secuelas en forma de estrés postraumático para Stark.
La verdad es que agradezco no ser especialmente fan de Iron Man, porque sospecho que de lo contraria, ciertas "licencias" sobre el cómic me habrían resultado sangrantes. Por lo demás, pues Robert Downey Jr. haciendo de sí mismo (esta vez más Tony Stark que Iron Man), escenas de acción, y robots pegándose con mutantes.
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