¡Ha llegado el circo a la ciudad!
Todavía de mala hostia, pues no me gusta que mi equipo pierda, escribo sobre el partido de ayer, para reafirmarme en que prefiero un partido malo y aburrido unido a la victoria, a un partido divertido y emocionante... que se lleva el otro equipo.
Y es que el partido de ayer fue completamente alocado, debido al estilo completamente anárquico de los italianos, que lo mismo regalaban balones a lo tonto, que te metían 3 triples seguidos en la bocina, y si a eso le sumamos que este año el Bilbao Basket alterna entre mal y peor, pues tuvimos ese partido.
El inicio vaticinaba una victoria cómoda, con ese bello 9-0 en el marcador, pero fueron remontando y volvió la igualdad. Luego otro parcial de 8-0 a favor, que indicaba que las cosas estaban en su sitio. Pero otra vez fueron comiendo, y la debacle del topiquisimo 3º cuarto llevó a los italianos a ponerse nada menos que 10 arriba. Ahí el Bilbao Basket apretó, y llegó al último segundo con el partido perdido, por culpa de la pésima gestión de Rafa Pueyo. A la desesperada, Raül tira el balón desde su campo cuando no queda tiempo y se pierde por 3 y... eh, un momento, ¡ha entrado!
Milagrosamente el Bilbao Basket estaba en la prórroga. Pero tras unos minutos de fotocopia "meto un triple, me lo metes tú; meto una de dos, me la metes tú; meto dos tiros libres, me los metes tú..." se llegó otra vez a la misma tesitura, o muy parecida: 2 abajo y unos pocos segundos. El árbitro se come una falta que probablemente habría llevado a una segunda prórroga, se acaba el tiempo y fin de la historia.
3 derrotas seguidas en Europa, que complican bastante la cosa, 1-6 en liga, y aunque la plantilla, pese a estar descompensada, es mejor que la mayoría de equipos ACB, la gestión de Pueyo empieza a dar motivos para preocuparse.
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