Chunguez.
Otro año los carnavales me pillaban sin haberme preparado disfraz, y aunque tampoco me apetecía demasiado salir por ahí, no quería irme a casa pronto. Y me negaba a salir vestido normal, por lo que opté por la solución intermedia, que era el maquillaje, con esa mezcla de calavera/oso panda que se ve en la foto. Vistoso, aunque incómodo de narices, y que me tuvo más de media hora en la ducha cuando llegué a casa, ya con más aspecto de desholinador que otra cosa.
Lo que es la fiesta, fue poca cosa, más que nada ir con los amigos al Casco Viejo, hacer unos litrillos (eso que ahora se llama "botellón"), ya que los bares estaban impracticables, y la verdad es que me alegro de no haber pisado un bar, ya que lamentablemente por la zona de Iturribide parece que lo de la ley antitabaco se lo pasan por el forro de los cojones. Ahí los cosan a multas.
Hasta las 2-3 o así aguanté y me fui para casa, para encontrarme por el camino con unos amigos, estar un rato arreglando el mundo y huyendo finalmente a casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario