O cómo me convertí en community manager.
Fin de semana para trabajar en proyectos de cara al futuro cercano. Por una parte, hoy tocaba ensayar (o entrenar) para el show de lo improvisAMOS que representaremos dentro de dos semanas, con el mundo de los sueños como leitmotiv, para lo cual nos hemos reunido en una franja tan atípica como un domingo a las 11 de la mañana (suerte que hoy no había baloncesto), y hemos ido definiendo las gamberradas que cometeremos el 31 con el público delante.
El otro hecho importante del fin de semana fue la reunión ayer de ABACO (mi club de rol), en la que entre otras cosas salió mi candidatura para ser el nuevo community manager (dicho sea de otra forma, era el único que quería hacerlo), con cosas a las que estoy acostumbrado, como actualizar blogs (además de este ahora llevaré el de la asociación), la cuenta de Twitter, relaciones con algunas editoriales y tiendas (cosa que muchas veces ya hacía) y las labores propias del cargo.
Y por si esto fuera poco marrón, me meto también al fregado de organizar (por primera vez a mis años) unas jornadas de rol, que serán nuestro proyecto más ambicioso (o menos de andar por casa, si se prefiere) hasta la fecha, pero del que ya hablaré por los canales oficiales (no me voy a andar filtrando a mí mismo, sería raro).
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