Un lustro ya.
Hoy es el primer lunes de octubre, y eso significa una cosa: vuelve el teatro después de salir por la tarde de trabajar. Parece que fue ayer cuando empecé, pero ya van cinco años, con otras tantas obras, y eso sin contar las obras pequeñas de marzo, los recitales de improvisaciones o los monólogos sheakespirianos. Puedo decir que ya no soy un novato en esto del teatro amateur.
La verdad es que había ganas, pues esta clase es un buen aliciente para que el lunes sea menos lunes. Y hoy, que empezaba el nuevo curso, tocaba el ritual de ver caras nuevas y de echar en falta algunos compañeros que ya no siguen (aunque se mantiene la mayor parte del bloque). Pero como dice la canción, las cosas quedan, las gentes se van y otros que vienen las continuarán. Y como decía Freddie Mercury, el show debe continuar. Y hoy se ha puesto la primera piedra para el show teatral de 2017.
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