¡Y murió!
El viernes por la tarde capeando el aluvión de inscripciones de las jornadas y por la noche a la lonja, a jugar (y ganar) una partida del Through the ages, que me llevo gracias a las grandes obras de Miguel Ángel, entre ellas la Torre Eiffel.
El sábado por la mañana básicamente dormir, y por la tarde capítulos de The Good Place hasta la hora de acompañar a mi señora novia a la cena que tenía con unas amigas, donde voy, saludo a una de ellas recién llegada de los EEUU y huyo, dirección a la lonja, donde jugamos al juego de la foto, el Orquesta Negra. Nuevamente con victoria.
No se da tan bien el partido de baloncesto de la matinal del domingo, pero sí la partida de rol de la tarde, donde nuestros personajes salen airosos de una letal trifulca de bar en el siniestro pueblo de Witgendorf.
Y eso ha sido todo, con mucha lluvia de propina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario