Oficialmente acreditado.
El Azzurro, del que ya hablé aquí, es un bar de Bilbao al que tengo muchísimo cariño y en el que he pasado muy buenos ratos, pero entre la pandemia y que ya antes mis hábitos nocturnos habían cambiado, no suelo ir casi nunca.
A pesar de ello, sigue siendo un sitio muy especial para mí. Por eso cuando sacaron el patreon, me pareció una oportunidad fabulosa de colaborar con un negocio que con las restricciones horarias y de aforo marcadas como consecuencia de la pandemia, lo está pasando mal, así que me apunté.
Y el otro día me mandaron la foto de mi carnet de azzurrero, un detalle muy simpático que algún día de estos me tendré que pasar a recoger.
No hay comentarios:
Publicar un comentario