La foto es del domingo, pero la playa es la misma.
Verano es para muchos, entre los que me incluyo, sinónimo de playa, y más con estos calores que nos trae el cambio climático, con los que sudar es deporte nacional. Por eso, y aunque todavía no sean vacaciones (bueno, hoy sí, pero ya se me entiende) aprovechamos lo de vivir cerca de la costa y que el horario de verano nos deja las tardes libres para ir a la playa a darnos un buen chapuzón.
Antes éramos muy de Ereaga, pero de un par de años a esta parte le cogimos el gustillo a Arrigunaga, que está algo más lejos pero menos transitada, y es, como puede intuirse, a donde hemos ido hoy.
Esa ha sido la profundísima entrada del día. No quería dejar tanto día sin actualizar el blog, que, por motivos que son fáciles de intuir, no lo voy a tocar hasta el lunes.
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