El regreso del regreso a las TdN

Mi cuello se siente desnudo sin esto.

Como todos los años (no aplicable a 2020 y 2021) vuelvo de Mollina, cargado de historietas y vivencias, y una entrada que dedicar a los viajes de ida y vuelta, dejando lo que son las jornadas para otro día.

El planteamiento fue bastante similar al de 2019, en cuanto a que iba en avión (¡maldito madrugón!) a Málaga y de allí autobús a Mollina, aunque aproveché para quedar con un habitual de jornadas que este año no iba pero vive en Málaga.

A eso de las 15 llegué a Mollina, me acredité en el hotel y me junté con unos amigos que hacían la misma jugada de ir, no ya el día antes sino dos días antes, y juntos nos vamos a comer al restaurante chino del pueblo y después a la piscina, donde nos juntamos con un montón de gente que se había sumado al carro de las "pre-TdN". De ahí a cenar y por supuesto a ese templo del ocio nocturno mollinés que es el Pepe John´s. No suelo ser yo muy fiestero de normal, pero en este pueblo hago la excepción, y acabo saliendo todos los dias hasta las mil y monas. El ambiente, el que es de esperar entre gente que lleva tres años esperando el reencuentro: muchos besos, muchos abrazos y la sensación generalizada de que no nos terminamos de creer que esto sea una realidad.

El jueves por la mañana aprovecho para hacer algo que no voy a poder hacer el resto de los días: dormir hasta tarde, y luego me voy por fin al CEULAJ, donde hago la cola de inscripciones, tomo posesión del dormitorio, estreno la piscina, voy a comer y... empiezan por fin las TDN.

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¿Es ya lunes por la mañana? Sí. Aún con los rescoldos de la borrachera de la noche anterior, desayuno a ritmo de zombi lesionado y tras despedirme de la gente (de algunos hasta tres y cuatro veces) me voy al coche que me conduce al aeropuerto de Málaga (¡Gracias, Fran!). Al llegar con bastante antelación, aprovecho para pasar el control sin prisas, comer algo y casi quedarme dormido en los bancos mientras espero. Finalmente cojo el avión, que sale y llega sin incidentes, luego el autobús y por fin en casa, donde intentaré recuperar las horas de sueño que no he tenido estos días.