¡A emborrachar!
Cuando el 24 de agosto de 2019 terminé el turno de barra, nada podía presagiar que tardaría casi 3 años en volver a la txozna para hacer turno.
Pero por fin este año hay fiestas, y ayer hice el primero de tres que me tocan (lunes, jueves y sábado), y aunque luego me lo paso bien, me daba una pereza tremenda.
Lo bueno fue el estar con la gente, algunos a los que prácticamente solo veo en fiestas de Bilbao y también la agradable sensación de normalidad que da esto, y sobre todo que fue un turno sin incidentes desagradables. Lo malo, que la música estaba excesivamente alta y literalmente costaba oír lo que pedía la gente.
En cuanto a recaudación, parece que seguimos con la tendencia que empezó antes de pandemia, de facturar más por la tarde que por la noche (cuando históricamente era al revés), y después de los fuegos, franja tradicionalmente estresante, era ayer de lo más tranquila.
El jueves más.
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