Se puede ver el brillo en mi mirada. ¿Será la purpurina?
Por muy semana grande que sea, este año no me la he podido coger libre en el trabajo, de modo que hoy es un domingo normal, así que toca hacer lo de los domingos: resumir el fin de semana.
El viernes no hubo nada especialmente reseñable: por la mañana a trabajar y por la tarde remolonear un poco, hacer la compra, ir al cine y acostarme pronto.
Algo más de movimiento hubo el sábado, que por la mañana tenía partida de Marvel Champions (pruebo a War Machine, que solo había jugado con el mazo preconstruido cuando salió) y después de comer con la gente de la partida, me retiro a casa, donde vagueo, juego al ordenador y me veo The Road (La carretera) en Filmin.
Luego me junto con mi señora novia y vamos a donde habíamos quedado con el resto de la gente: poteo por Ledesma, cena en el Ein Prosit con un montón de gente que no conocíamos y lo que medio Bilbao llevaba tres años esperando: las txoznas del recinto festivo.
Ahí estamos bailoteando (viendo el brilli-brilli de mi cara no es difícil deducir que en la Pimpi), hasta que a las 4 mis pilas se terminaron, aconsejando una valiente retirada.
Hoy por la mañana nada reseñable, descansar, y por la tarde más cine, yéndome a ver Nop. Y como era en Max Center (el único sitio donde la podía ver en V.O.), aprovecho la vuelta para venirme dando un paseo y quemar parte de la cena de ayer.
Eso ha sido todo. Mañana sesión doble de trabajo; por la mañana en la oficina, por la tarde en la txozna.
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