¿Tendré que pulsar el botón?
En su afán por hundir su propio modelo de negocio, la que se colocó como plataforma de referencia de video por streaming, Netflix, parece haber hecho realidad aquel farol que llevaba plantando durante años contra las cuentas compartidas, algo que fue clave para su éxito y colocarse como líder del sector, y ha planteado una serie de medidas draconianas que, de hacerse efectivas, harían que su propio producto fuera inútil, pues no contentos con las costantes subidas de precio, ahora han tenido la ocurrencia de dificultar la conexión desde dispositivos que no se encuentren en el mismo domicilio.
En mi caso particular, el mayor uso que doy a Netflix actualmente es ver series en las máquinas del gimnasio cuando hago cardio, o con el móvil cuando estoy de viaje, y así como lo segundo podría apañarlo, lo de la máquina del gimnasio se complica, pues no creo que me dejen llevármela a casa.
He disfrutado muchísimo de esta plataforma, creo que su catálogo es interesante y su app estupenda, pero al primer problema de conexión que detecte, cancelo mi suscripción, que con Disney, HBO, Filmin... tengo alternativas de sobra.
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