El discreto encanto de la hamburguesía.
Ya ni presento la entrada y me voy al tema, aunque de lo que hice el viernes ya hablé, que fue estar haciendo pruebas para el evento de Marvel Champions de dentro de dos semanas y luego por la noche al cine, donde veo "Llaman a la puerta".
El sábado fue temático, pues en la lonja teníamos el día de Uwe Rosenberg, prolífico diseñador alemán de juegos de mesa, y ahí pruebo Le Havre (derrota desastrosa) y Atiwa (victoria), además de jugar a Bohnanza (donde no gano), Not Alone (donde sí) y ¡No, gracias! (donde también gano alguna).
Hoy domingo, con la excusa de que la amiga Mai se había quitado de en medio sus exámenes de las oposiciones a Gobierno Vasco, nos hemos ido a deglutir unas hamburguesas al Baka Vieja (que en mi caso no es que hubiera queso en la hamburguesa, es que había una hamburguesa en el queso) y luego a dar una vuelta, antes de terminar tarteando por el Arenal y de ahí despedida y a casa.
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