Debería haber sido "La gotita". ¿no?
Una mujer, con un pasado tormentoso, decide volver al mundo de las citas y queda con un tipo para cenar. El tío parece majete y la cosa podría ir bien, pero ella empieza a recibir mensajes en el móvil chantajeándola y amenazando con matar a su hijo si no hace lo que tiene que hacer. Eso la lleva a una situación de angustia, de tener que pensar rápido y de no saber en quién confiar y en quién no. Todo eso sin poder salir del restaurante, que se convierte en ese momento en una jaula para ella.
La dea funciona y está llevada con gracia (salvo el camarero, que es el personaje más insoportable de la película), con un desenlace que aunque resulta relativamente previsible encaja bien y una explicación que dentro de que es una película tiene su lógica.
El problema, y esto le baja muchísimo la nota, es que cuando consigue desvelar el nudo principal todavía queda un rato largo de metraje y el último acto desentona por completo, cambiando de tercio y resultando completamente ridículo, incluso si lo miramos desde un prisma de película de acción, donde nada de lo que hace ninguno de los personajes tiene el más mínimo de los sentidos (empezando porque los superpoderosos y listísimos malvados manden literalmente al sicario más inútil de la Historia a hacer el trabajo). Pero claro, la otra opción era hacer una película de hora y cuarto, así que con algo tenían que rellenar.
Así y con todo, me ha entretenido.
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