Ayer poca historia. Una vueltecilla, ración de pinchos y a casa a la 1, que hoy tocaba trabajar. Además, doblete de mostrador, en ventanilla y en la txozna. Quien quiera venir a verme, en Moskotarrak me encontrará.
Y el día de ventanilla ha sido productivo en cuando a cosas surrealistas, con diálogos de besugos, gente con más cara que espalda y txikiteros karatekas, pero hoy el tiempo no es algo que me sobre. Prometo extenderme mas mañana.
Y el día de ventanilla ha sido productivo en cuando a cosas surrealistas, con diálogos de besugos, gente con más cara que espalda y txikiteros karatekas, pero hoy el tiempo no es algo que me sobre. Prometo extenderme mas mañana.
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