Al regreso del fin de semana vacacional en Granada, donde menos jugar a rol hemos hecho de todo (bueno, de todo-todo tampoco, que domar dragones, viajar a la luna o construir castillos con palillos no hemos hecho), un fin de semana de relax, con la dinámica tapita-cañita-cubata.
En la parte lúdica poca cosa. Algo de mesa, destacando un simpático juego de carreras de cerdos, que ganaba bastantes enteros poniendo nombres a los bichos, una partida de Piko-Piko sin nada que destacar, y una partida de Time´s Up, con victoria aplastante por mi parte, y añadiendo a la galería de burradas a Harrison Ford como 5º Beatle.
El resto del tiempo, pues con el calor que aplatana y reblandece los sesos, pues una sucesión de polladas y paridas, con patinazos mentales (como el nuevo concepto de "doble empate", o la frase "siempre dos hay, un alumno y un aprendiz"), divagaciones sobre el ratio sexy-loca, que los seguidores de la serie "Cómo conocí a viuestra madre" conocerán, o juegos sobre dilemas y leyendas urbanas.
Pero sobre todo un montón de coñas privadas que tiene gracia en su contexto, y que llevaría mucho tiempo explicar aquí.
Pero eso, un fin de semana de relax, en el que ni siquiera tuvimos que poner stand, y un descanso antes de la verdadera vorágine de actividades y cosas que son las Tierra de Nadie, y que empiezan ya el jueves.
En la parte lúdica poca cosa. Algo de mesa, destacando un simpático juego de carreras de cerdos, que ganaba bastantes enteros poniendo nombres a los bichos, una partida de Piko-Piko sin nada que destacar, y una partida de Time´s Up, con victoria aplastante por mi parte, y añadiendo a la galería de burradas a Harrison Ford como 5º Beatle.
El resto del tiempo, pues con el calor que aplatana y reblandece los sesos, pues una sucesión de polladas y paridas, con patinazos mentales (como el nuevo concepto de "doble empate", o la frase "siempre dos hay, un alumno y un aprendiz"), divagaciones sobre el ratio sexy-loca, que los seguidores de la serie "Cómo conocí a viuestra madre" conocerán, o juegos sobre dilemas y leyendas urbanas.
Pero sobre todo un montón de coñas privadas que tiene gracia en su contexto, y que llevaría mucho tiempo explicar aquí.
Pero eso, un fin de semana de relax, en el que ni siquiera tuvimos que poner stand, y un descanso antes de la verdadera vorágine de actividades y cosas que son las Tierra de Nadie, y que empiezan ya el jueves.
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