Tras bastante tiempo de espera, con un boquete en el suelo, por fin se han dignado a venir los gremios a casa, en mi ausencia, y a levantar suelo y muebles, en lo que no es sino, me temo, el principio de un duro proceso.
El panorama es ahora desalentador, con el suelo arrasado, y el salón vacío de muebles, que están ahora convenientemente desperdigados por la casa, con polvo en el ambiente, que permite el privilegio de toser.
Así que ahora en Chezgarcía se impone un "cerrado por obras".
El panorama es ahora desalentador, con el suelo arrasado, y el salón vacío de muebles, que están ahora convenientemente desperdigados por la casa, con polvo en el ambiente, que permite el privilegio de toser.
Así que ahora en Chezgarcía se impone un "cerrado por obras".
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