Otra retroentrada dedicada a un juego mítico, y el turno esta vez es del abuelo del Castle Crashers, el Golden Axe, todo un hito de las recreativas en los años 80, o al menos, como lo fuera el Double Dragon, un icono de mi infancia.
El argumento es digno de novela de George RR Martin. Un malvado, Death Adder, provisto de un hacha dorada (que da título al juego) más grande que él, siembra el caos, rodeado de secuaces malvados y tendentes a petrificarse cuando mueren, con sus malas artes y su nigromancia, para alzar esqueletos con mala leche.
Solo 3 valientes parecen dipuestos a plantarle cara; el bárbaro hipermusculado Ax-Battler, capaz de arrear mamporros con su espada, de partir narices con su carga de hombro y de invocar pequeños volcanes (así como de marcar exageradamente paquete); Gillius-Thunder, un barbudo enano, de la vieja escuela Gimli, que reparte hachazos a diestro y siniestro, y que es capaz de lanzar rayos. Y Tyris-Flare, la amazona en bikini que además de lucir palmito y pegar patadas de karate, era el mejor personaje del juego, ya que su magia podía llegar a invocar dragones con muy mala baba.
Solo 3 valientes parecen dipuestos a plantarle cara; el bárbaro hipermusculado Ax-Battler, capaz de arrear mamporros con su espada, de partir narices con su carga de hombro y de invocar pequeños volcanes (así como de marcar exageradamente paquete); Gillius-Thunder, un barbudo enano, de la vieja escuela Gimli, que reparte hachazos a diestro y siniestro, y que es capaz de lanzar rayos. Y Tyris-Flare, la amazona en bikini que además de lucir palmito y pegar patadas de karate, era el mejor personaje del juego, ya que su magia podía llegar a invocar dragones con muy mala baba.
Y el planteamiento del juego era sencillo: ir y matar. Por las diversas pantallas se avanzaba, partiendo la crisma a cuantos enemigos fueran apareciendo, y que por supuesto eran todos prácticamente iguales, y se distinguían por el color. Y cumpliendo perfectamente con todos los clichés del género tenían al matón estándar, a la fulana, al gigantón... y claro, jefes de final de fase, que luego eran reciclados como morralla.
A diferencia de otros juegos del estilo, Golden Axe no permitía coger armas, que ya la traías de serie, pero sí monturas. Había 3 tipos, el grifo que pegaba coletazos (sacado del Altered Beast), y que era totalmente inútil, el dragón azul que escupía chorros flamígeros, y el raro dragón rojo, que exhalaba bolas de fuego, y que era sin duda el mejor. Llegar con él a la última pantalla era sinónimo de pasarse el juego.
Pero si una cosa recuerdo de este juego con cariño eran sus fases de bonus.
A diferencia de otros juegos del estilo, Golden Axe no permitía coger armas, que ya la traías de serie, pero sí monturas. Había 3 tipos, el grifo que pegaba coletazos (sacado del Altered Beast), y que era totalmente inútil, el dragón azul que escupía chorros flamígeros, y el raro dragón rojo, que exhalaba bolas de fuego, y que era sin duda el mejor. Llegar con él a la última pantalla era sinónimo de pasarse el juego.
Pero si una cosa recuerdo de este juego con cariño eran sus fases de bonus.
¡Patada al duende! Ése era el deporte nacional de Golden Axe. De vez en cuándo, y sobre todo entre pantalla y pantalla, aparecían en escena unos duendecillos cleptómanos, con unos sacos más grandes que ellos, a los que había que pedir amablemente que compartieran con nosotros su contenido. Y como por un fallo de programación no implementaron el botón de "pedir educadamente", se hacía necesario recurrir al menos civilizado método de darles patadas hasta que soltaran hasta la última poción, con las que se hacía magia que servía para matar a los enemigos. Petrificarlos, más bien.
Y así íbamos avanzando por el juego, por pantallas tan variopintas como un pueblo, una tortuga gigante o un águila del tamaño de Sestao, hasta llegar a la última pantalla y enfrentarnos al mal absoluto:
Y así íbamos avanzando por el juego, por pantallas tan variopintas como un pueblo, una tortuga gigante o un águila del tamaño de Sestao, hasta llegar a la última pantalla y enfrentarnos al mal absoluto:
Y cuando llegábamos a la batalla final, destruíamos al malo y disfrutábamos de uno de los finales de videojuego más cachondos que recuerde, y que se puede ver en el video que hay al final de la entrada, así como el juego.
Golden Axe tuvo sus secuelas, de entre las que destaco la recreativa Golden Axe 2, que estaba a la altura, gráficamente mejorado, más largo y con mayor variedad de enemigos, aunque con personajes distintos, respetando solo al enano, que aquí viajaba a hombros de un gigante, y al villano Death Adder, que volvía de la tumba para seguir haciendo sus maldades.
Me consta que han hecho también videojuegos modernos de Golden Axe, pero ante mi desconocimiento no me pronunciaré al respecto. Sin olvidar, claro, el Alien Storm, que era la misma mierda, pero en futurista, cambiando "enano con hacha" por "robot".
Sí pondré, en cambio, y para deleite de los nostálgicos, este simulador que permite jugar a una versión cutrosa del Golden Axe original, donde solo está Ax-Battler, pero que traerá buenos recuerdos a quien se dejara sus dineros en la maquinita.
Y cómo no, el video:
Me consta que han hecho también videojuegos modernos de Golden Axe, pero ante mi desconocimiento no me pronunciaré al respecto. Sin olvidar, claro, el Alien Storm, que era la misma mierda, pero en futurista, cambiando "enano con hacha" por "robot".
Sí pondré, en cambio, y para deleite de los nostálgicos, este simulador que permite jugar a una versión cutrosa del Golden Axe original, donde solo está Ax-Battler, pero que traerá buenos recuerdos a quien se dejara sus dineros en la maquinita.
Y cómo no, el video:
Legendario
2 comentarios:
Qué recuerdos! Cómo me lo pasaba yo con este juego...
Protesto. El colo-grifo no era inútil, solo que precisaba aún mas certero uso en cuanto la distancia efectiva y el tiempo de respuesta. Me cargaba a los calvos enormes de la primera pantalla con el!
Publicar un comentario