No puedo hacer una crítica muy fundada de esta película, ya que habiendo visto la anterior, la de la Orden del Fénix hace dos años, y no habiendo leído el libro, no sería justo, y toda crítica que pudiera hacer, teniendo en cuenta que tampoco soy un experto en temas de fotografía, y demás cosas técnicas, pues haría que mi crítica no fuera más que una sucesión de gracietas y spoilers acerca de la película.
Pero bueno, este es mi espacio, así que es lo que haré.
Efecticivamente, no acordarse mucho de las anteriores películas, más que retazos sueltos, es un hándicap a la hora de enterarse de algunas cosas, "¿quién es ése? ¿por qué hacen eso?" Pero bueno, la película es divertida, me gustan las de Harry Potter, y aunque me habían hablado horrores de ésta, pues no estaba tan mal. Criticaría, eso sí, que esto no es una película, es un capítulo de 2:30 de una serie, y quien no haya visto las anteriores, que ni se moleste, que no se va a enterar de nada. ¿Pero eso ya se suponía, verdad?
Una cosa que caracteriza a la saga de Harry Potter es que todos los cursos, sistemáticamente, el profesor de Defensa contra las Artes Oscuras acaba siendo siempre el malo. (Para el siguiente curso postulan al puesto Osama Bin laden, Iñaki de Juana y Bill Gates), y esta vez es Snape, en su labor de agente infiltrado en las fuerzas del mal, quien imparte dicha asignatura, con lo que, claro, es de los malos. Supongo que será parte de su sistema educativo.
Mientras tanto, lluvia de hormonas en Hogwarts, geometría amorosa, romances, algarabía, instintos desatados, etc... y Harry, que se mola mucho con su libro nuevo, que da nombre a la película, un grimorio que perteneció a un tal "Príncipe Mestizo", con conjuros que son la monda.
Un profesor nuevo en Hogwarts, y Harry encargado de vigilarlo, para desbaratar, como siempre, los planes de aquel (que por temas de derechos de autor) no será aquí nombrado, del mago antes conocido como Tom Riddle (me encantó, por cierto, el actor elegido para el papel), y va descubriendo las memorias del mago, para desbloquear la quest de la siguiente pantalla. Perdón, "para conocer su cometido en la siguiente entrega".
Una ración de palos por alguna parte, con explosiones, una escena que ya me habían destripado, para quien ya se lo sepa, la muerte de "yasabeisquién" a manos de "yasabeisquién2", y un final totalmente abierto.
Narrativamente agujereada, pero si se cuenta más como capítulo que como película, debo decir que me resultó entretenida, y que aunque previsible, de las más previsibles de la saga, consigue que avance la trama. También tengo entendido, aunque esto no puedo cerciorarlo, que el director abrió el libro, meó dentro y luego hizo la película.
Pero bueno, me sirvió para una tarde entretenida.
Pero bueno, este es mi espacio, así que es lo que haré.
Efecticivamente, no acordarse mucho de las anteriores películas, más que retazos sueltos, es un hándicap a la hora de enterarse de algunas cosas, "¿quién es ése? ¿por qué hacen eso?" Pero bueno, la película es divertida, me gustan las de Harry Potter, y aunque me habían hablado horrores de ésta, pues no estaba tan mal. Criticaría, eso sí, que esto no es una película, es un capítulo de 2:30 de una serie, y quien no haya visto las anteriores, que ni se moleste, que no se va a enterar de nada. ¿Pero eso ya se suponía, verdad?
Una cosa que caracteriza a la saga de Harry Potter es que todos los cursos, sistemáticamente, el profesor de Defensa contra las Artes Oscuras acaba siendo siempre el malo. (Para el siguiente curso postulan al puesto Osama Bin laden, Iñaki de Juana y Bill Gates), y esta vez es Snape, en su labor de agente infiltrado en las fuerzas del mal, quien imparte dicha asignatura, con lo que, claro, es de los malos. Supongo que será parte de su sistema educativo.
Mientras tanto, lluvia de hormonas en Hogwarts, geometría amorosa, romances, algarabía, instintos desatados, etc... y Harry, que se mola mucho con su libro nuevo, que da nombre a la película, un grimorio que perteneció a un tal "Príncipe Mestizo", con conjuros que son la monda.
Un profesor nuevo en Hogwarts, y Harry encargado de vigilarlo, para desbaratar, como siempre, los planes de aquel (que por temas de derechos de autor) no será aquí nombrado, del mago antes conocido como Tom Riddle (me encantó, por cierto, el actor elegido para el papel), y va descubriendo las memorias del mago, para desbloquear la quest de la siguiente pantalla. Perdón, "para conocer su cometido en la siguiente entrega".
Una ración de palos por alguna parte, con explosiones, una escena que ya me habían destripado, para quien ya se lo sepa, la muerte de "yasabeisquién" a manos de "yasabeisquién2", y un final totalmente abierto.
Narrativamente agujereada, pero si se cuenta más como capítulo que como película, debo decir que me resultó entretenida, y que aunque previsible, de las más previsibles de la saga, consigue que avance la trama. También tengo entendido, aunque esto no puedo cerciorarlo, que el director abrió el libro, meó dentro y luego hizo la película.
Pero bueno, me sirvió para una tarde entretenida.
1 comentario:
Nosotras lo llamamos 'el lupanar de Hogwarths'. Cuánto daño ha hecho twilight : S
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