Mejor que este sistema, claro.
Poco a poco vamos teniendo más noticias del traslado-concurso, que pese a que son dos procedimientos distintos, se van a resolver parece que de forma simultánbea. El concurso, recordemos, es el proceso mediante el cual un funcionario puede pedir otro destino, y el traslado que nos ocupa es que, al haber desaparecido parte de las tareas que teníamos, sobra gente y la reasignan a otros departamentos.
Mi intención era, y sigue siendo, la de quedarme en mi sitio actual. Por eso, podría parecer contradictorio que hubiera concursado, cosa que hice en previsión de que si no podía quedarme, al menos irme a un sitio más de mi gusto. Pero como no me tocó nada, pues un problema menos.
Eso nos deja el tema del traslado, en el que de la gente que somos, unos se quedarán, y otros se irán. Por orden de antigüedad, se nos irá dando a elegir si quedarnos o irnos a alguno de los sitios que ofrecen, cuyo listado nos han dado hoy. Algunos mejores que otros, pero ninguno que me motive a querer irme. Lo bueno es que teniendo en cuenta la gente que se va por el concurso, aun en el caso de que todos los que tengo por delante quisieran quedarse, yo me puedo quedar.
Nada es definitivo, y no hay garantía segura de que no vayan a cambiar los criterios, pero parece que la permanencia matemática está en la mano.
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