El árbitro y un señor del Murcia.
A veces los partidos sin historia también tienen su encanto desde el punto de vista del espectador, y ayer así fue, una auténtica paliza la que se llevó un inoperante UCAM Murcia en su visita a Miribilla. Ya desde el principio, con Hamilton a la cabeza, el Bilbao Basket hizo lo que quiso, llegando 30-15 al final del primer cuarto. Parecía que había algún atisbo de reacción, pero nada. El Murcia se mostró nulo por dentro, y solo vivía de meter algún triple de vez en cuándo. Aunque dicho sea de paso, una de las jugadas más bonitas del partido fue un alley-hoop de su pívot Tillie.
Pero la diferencia de nivel vista ayer era muy grande, y da la impresión de que se ganó por 23 como se podía haber ganado por 40. Y eso que no jugaba Raül López.
Y este ha sido mi último partido de baloncesto en 2012, pues el sábado no estaré en Bilbao para ver el partido contra el Xacobeo (la pasada temporada también me lo perdí), así que hasta 2013 no toca volver.
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