Ha nacido... ¡Jesús!
Como todos los años, llegó la Navidad. Esa época en la que todo son sonrisas y anuncios de colonia, y en la que las calles bullen de luces y nieve... No, nieve no. Este año está siendo un diciembre un poco raro, ya que ayer había cosa de 20 grados a las 10 de la noche. En pleno 24 de diciembre.
Por lo demás, aquí estoy yo con el resfriado que ha tenido a bien traerme Olentzero (o Papá Nöel, o el Señor Mojón, elijase la que se prefiera), y ayer fue un día de buen estornudar. También un día de compras, agobiantes compras. Mala idea ir a comprar los regalos de última hora el 24 por la mañana. En Fnac una cola que bien podría haber rodeado la manzana, y en el Corte Inglés con más gente que si regalaran el género.
Al menos la tarde fue relajada en casa, y por la noche también tocó ahí la cena. Mano a mano con mi señora madre. Y hoy, a celebrar la comida de Navidad con la familia de Bergara.
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