Así acabó mi cerebro.
No soy muy de salir de fiesta. La verdad es que nunca lo he sido. Pero de un tiempo a esta parta, la verdad es que salgo muy poco de noche, y al no salir de fiesta hay gente con la que tenía demasiado perdido el contacto. Y como hay cosas que se remedian fácilmente, ayer llamé a los señores Gonzalo y Giner, para tomar un par de cacharros y vernos las caras.
Primero unas copichuelas en su casa, y después el amigo Gonzalo y yo nos fuimos a la zona de fiestas de Deusto, con sus txoznas y tal, y decidimos probar la enología local (ronología más bien), con sus precios "populares" (lo de populares debe de ser porque son precios del PP, que cada katxi de cubata valía 15 eurazos), y ahí estuvimos compartiendo bebida y batallitas, hasta que a una hora prudencial optamos por volver a nuestras respectivas casas.
Inexplicablemente hoy no tenía resaca.
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