martes, 12 de marzo de 2013

Peritonismos varios

 
Las obras en casa son como un dolor de estómago. 

Que nadie se alarme. Mis intestinos se encuentran perfectamente. Mis afecciones son de índole doméstica, pues como ya adelanté, por mucho que fuera mi intención, no me libraré de las obras. Y hoy ha venido el perito del seguro, el primero de tantos que seguro vendrán, a ver el estado del suelo y sus múltiples tablas levantadas.

Un grifo mal cerrado, condensaciones, tuberías a poca profundidad, un squirtle salvaje que apareció... múltiples son las causas, pero la consecuencia es que vendrán, levantarán, dejarán levantado, dejarán levantado... y hasta que tapen, yo sin salón de casa.

Estas cosas, uno sabe cuándo empiezan... pero no cuándo van a acabar.

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