3 compinches.
Y con la comilona de ayer damos por inaugurada la temporada navideña 2013-14, de opíparos festines y comidas pantagruélicas. Concretamente la comida navideña anual (otros años cena, este año comida), en el sitio habitual, el Baden-Baden, donde llevamos ya unos cuántos años yendo. Esta vez rompiendo record de gente, dado que además de los que trabajamos en la oficina, vinieron unos cuántos de los que ya no están, pero como somos majos y se nos coge cariño, la gente sigue viniendo a las comidas/cenas.
Como suele ser habitual en estos casos, entre cena y sobremesa acabamos saliendo del sitio casi a las 7, y después, excluyendo las esperadas deserciones, nos fuimos a tomar unas copichuelas por la zona, aunque seguí fiel a mis principios de no mezclar alcohol y trabajo, que las borracheras son muy puñeteras, y en según qué contextos es mejor no salirse de la sobriedad.
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