Mariano es mucho más alto (y simpático) en persona que lo que se ve en la tele.
Siempre he sido muy crítico con la gestión del Partido Popular. Tal vez no tanto en este blog, pero sí en redes sociales, donde he llegado a lanzar contra el PP barbaridades del tipo de "herederos del franquismo", "organización criminal" o "partido antisistema", llegando incluso a decir, con la boca grande, que si nos atenemos a la ley de partidos que ellos sacaron, deberían estar ilegalizados.
Pero lo bueno de equivocarse es que se puede rectificar (es de sabios, dicen), y todo esto que se ha estado gestando en silencio (no he querido decir nada en el blog hasta que no fuera seguro) comenzó cuando el delegado provincial del PP, Germán Gante (con quien tuve el gusto de coincidir en un evento de la Diputación) me cogió por banda y me soltó las cuatro verdades que necesitaba oir: que es mentira que el PP busque agravar la crisis, y que es un sinsentido pensar que quieren hacer una España para ricos y joder a los pobres. Me demostró con datos cómo, a pesar de lo que pueda parecer, y de su aparente impacto inicial, abaratar el despido sí sirve para que baje el paro, y que el efecto sobre el consumo de la subida del IVA es ridículo. También me ayudó a ver que es falso que se legisle a conveniencia de la Iglesia católica, y que en definitiva, lo que el Partido Popular busca es el bienestar de todos y cada uno de los españoles. Prueba de ello es que estamos saliendo de la crisis. Los datos están ahí, para quien quiera verlos: Montoro puede que no sea el tipo más simpático del mundo (lo que la gente no sabe es que es muy tímido, y que de niño tenía problemas para hacer amigos), pero es una grandísima persona, y un tío que sabe la hostia de economía, igual que De Guindos, que se parte cada día el pecho parando los pies a Europa, y manteniendo a raya a una troika a la que el PSOE jamás debió dar tantísimo poder.
El caso es que de aquella larga conversación, una cosa fue llevando a la otra, y fui invitado a un simposio que se celebraba en el palacio Euskalduna (esto, por temas de seguridad, no salió en los medios), y tuve la enorme suerte de conocer a toda la plana mayor del PP; en su mayoría gente cabal y con los pies sobre la tierra, pero sobre todo preocupados por la situación de España. En serio, esta gente lo pasa mal cada vez que hay un desahucio o un despido. Y fue tan grata la experiencia que inmediatamente decidí afiliarme al Partido Popular, para ver si puedo echar una mano y ayudar a solucionar los problemas de España desde dentro.
2 comentarios:
Yo me he hecho de nuevas generaciones.
Me paso lo mismo con esa gran gentecilla de amanecer dorado...
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