La foto no es muy allá pero las vistas eran espectaculares.
Ayer fue día de turisteo, pero por Bilbao. Concretamente a uno de los puntos más elevados (no digo el que más, porque por arriba hay más pisos) de la villa, en la Torre Iberdrola, a la que fui a un evento al que me habían invitado un poco de tapadillo, ya que el evento en sí (una presentación de componentes industriales) no me decía gran cosa (es lo que tiene no tener ni puta idea de la materia, que no se puede saber de todo en esta vida), pero era una buena oportunidad de subir a una de las plantas superiores de tan elevado edificio. Allí, después de asistir a la presentación (la cual debo confesar que no era tan horrible como temí, incluso había algún ponente bastante bueno y asequible), pude disfrutar de las impresionantes vistas (la foto, de verdad, no les hace justicia) y ya puestos, disfrutar de algún canapé del catering.
Además el tiempo también ayudó, ya que el día gris y lluvioso tuvo a bien otorgar una tregua y abrir las nubes para que el sol asomara tímidamente la cabeza y la visita al mirador fuera más gratificante para los ojos.
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