Enfrentados al más simpático de los señores oscuros.
De Lego hay muchos videojuegos y de la saga de Tolkien también unos cuántos (unos mejores que otros), por lo que no era difícil imaginar que lo hubiera combinando ambas cosas. Y el resultado es un simpático juego con elementos de puzzle (buscando sinergias entre las habilidades de los personajes), arcade y plataformas, que recrea fabulosamente las películas de Peter Jackson, pero con el encantador y divertido toque de Lego.
La Comunidad.
El juego es bastante sencillote, lo que puede ser una desventaja para algunos (para mí eso es una bendición), pero es también largo de narices. La historia principal, que es básicamente hacer lo mismo que en las películas se puede hacer en bastante poco tiempo, pero si queremos sacar el 100% buscando objetos, personajes secretos y cosas así, nos puede llevar mucho tiempo, pues la historia principal es simplemente en torno a un 25% del juego, teniendo con el modo libre todo un mundo (la Tierra Media) para explorar, pudiendo pasear por Minas Tirith con Gollum o mandando a Denethor a aporrear orcos a Moria, por ejemplo. Y todo esto mientras recogemos las monedas de Lego, que nos permitirán comprar los personajes que vayamos desbloqueando o alcanzar el 100% en cada nivel.
Y lo mejor: las cinemáticas que introduce entre las misiones, que son como volver a ver la película (con las voces originales, por cierto), pero con la amable y a veces tronchante estética de Lego. Aquí se pueden ver del tirón, y como se aprecia, dan para un buen rato.
La frase "¡qué majo!" fue muy repetida al ver las escenas.
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