Ya se vieron en Ocean´s Eleven.
En esta película que parece hecha para lucimiento de George Clooney con un papel hecho a su medida (sinceramente, no me imagino a otro actor más adecuado) en el que da vida al exitoso presentador de un popular circense programa de televisión dedicado al mundo de las finanzas. Y la cosa va más o menos bien hasta que un hombre armado (Cook, de la serie Skins, ya decía yo que me sonaba de algo) entra en el plató y secuestra a Clooney, obligándole a ponerse un cinturón bomba. El atacante resulta ser un pobre hombre que, siguiendo los consejos del programa de George Clooney invierte todo su dinero, lo pierde y va a pedir cuentas (si fuera en España haría una solicitud en Change.org y se manifestaría delante del Congreso para que el Estado le cubriera las pérdidas).
Esta situación dará lugar al típico thriller de manual, que se apoya en las herramientas del género y aprovecha para dar caña a un tema tan recurrente como el sistema financiero y cómo el pequeño ahorrador solo es una marioneta en manos de las grandes fortunas. Y así, nos encontramos ante una película que se deja ver, en la que salvo alguna escena puntual (genial cierto giro que implica a la novia de uno de los protagonistas) no vemos grandes sorpresas y que se estropea un poco quizás por algunos momentos un tanto inverosímiles en el desenlace, cargándose la suspensión de la incredulidad, pero se le puede perdonar, pues ayudan a desenmarañar la trama. Además, para compensar introduce un detalle francamente realista, y que es que hay una cosa que pasa en la película y que a buen seguro pasaría en la realidad: los internautas reales, como los de la película, harían memes con el suceso.
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