Si jugara sería del equipo amarillo y buscaría Pikachus, por supuesto.
Voy a ser muy original y hablar de un tema del que casi nadie está hablando estos días. Me refiero, claro, a la que sin duda habrá sido la aplicación para móviles más descargada del último mes, y una de las más descargadas en general, el Pokemon GO.
No puedo hablar muy en profundidad, ya que no soy un experto. Pues sí que empezamos bien. Y no soy un experto, porque no lo he descargado y no he jugado nunca, y es posible que nunca lo haga. Pero no se me entienda mal, que no es por un tema de postureo ni porque le haya cogido manía, sino que simplemente no me atrevo. Posiblemente si lo probara me gustaría, y me da en la nariz que es el tipo de juego que me tendría todo el día pegado al móvil (como si no le hiciera ya de por sí bastante caso), con la batería volando cual Pokemon tipo ave. Así que seré fuerte y renunciaré a ser uno de tantos que van por ahí cazando bichos virtuales por las esquinas, sin que eso me convierta en mejor o peor persona.
Al que sí jugué, años atrás, fue al primer Pokemon, el rojo, en un emulador de Gameboy que tenía para el ordenador, y debo decir que me gustó bastante, eso de ir por ahí pillando bichos simpáticos y entrenándolos para que suban de nivel. Pokemon GO ofrece lo mismo, pero con realidad aumentada. ¿Me gustaría? Claro, joder, y por eso no lo quiero descargar, que me conozco.
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