domingo, 12 de noviembre de 2017

De vuelta de Alicante

El evento estuvo muy bien, pero esto me hizo especial ilusión.

Con una vuelta mucho más plácida que la ida (con la escala en Valencia, el viaje en autobús y tal) ya estoy en Bilbao. Del evento ya hablaré mañana tranquilamente, hoy hablaré de lo que ha sido el fin de semana, con lógica mención al mismo.

El viernes fue día de saludos y reencuentros, y después de la cena algo de rol (Bayou Corne, basada en la serie Stranger Things), que nos duró hasta la 1:30 o por ahí, y aunque me apetecía estar con la gente y tomar algo, estaba demasiado cansado, de manera que me fui a dormir.

Además al día siguiente había actividades del evento, y había que no madrugar pero sí que levantarse a una hora razonable, estando a las 9 y poco ya desayunando. El sábado durante el día, pues lo que viene siendo un congreso, con sus charlas y tal, todo muy ameno y distendido. Por la tarde parecido, y antes de la cena a tomar unas cañas con charla-coloquio de las de arreglar el mundo. 

Tras la cena más partidas y dirijo mi "7 años y un día", que funciona muy bien pero tiene una cosa que a veces es una pega: es una partida muy cortita. Y al ser corta acabamos de los primeros, de manera que para cuando todos los demás han ido acabando sus actividades yo ya empiezo a tener sueño, y para eso de la 1:30 me vuelvo a retirar.

Domingo por la mañana puedo asistir a un par de charlas, pero estoy poco rato, pues ya que estaba en Alicante tenía que quedar con los amigos de Santa Pola, a los que veo de ciento en viento y tenía muchas ganas de estar al menos un rato con ellos, y hemos podido aprovechar para estar un rato, comer y ponernos al día. Lamentablemente hemos podido estar menos de lo que me habría gustado, pues a las 17:40 salía mi avión de vuelta, y aunque ha habido algo de suspense, pues he llegado al aeropuerto casi a las 17:10, he podido cogerlo sin problemas, ya que afortunadamente no es un aeropuerto demasiado grande.

A las 19:00 ya estaba en Loiu, donde una cola terrible casi me impide coger el autobús, pues iba hasta las cartolas y ha habido gente que sí se ha quedado en tierra, pero yo he sido de los afortunados.

En resumen, un fin de semana que ya de por sí era interesante gracias a un evento que intentaré repetir en futuras ocasiones, pero que queda completamente eclipsado por poderme reencontrar, aunque haya sido de forma fugaz, con los señores de la foto.

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