Hoy: expresión corporal.
El lunes, dado que estaba volviendo de Madrid, tuve que faltar a clase de teatro. A cambio, he podido hacerla hoy, lo que tiene el encanto y la gracia de variar y hacer los ejercicios con gente distinta, y que otros me vean haciendo el tonto (o interpretando a una mantis religiosa). Pero el lunes que viene vuelvo al redil, a hacer la clase con mi grupo de siempre. Y por cierto, ya va faltando menos para saber qué obra representaremos en junio de 2018. Supongo que con el cambio de año se nos desvelará el enigma. ¿Qué será, será?
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