Charlot y el chico.
Película algo raruna, con unos ciertos aires al esperpento de Valle-Inclán en Luces de Bohemia, y que parece querer ser un poco homenaje a ese cine antiguo de barrio, o a esos efectos especiales añejos, jugando un poco también a recordarnos Cinema Paraíso, así como a esa suerte de Chaplin moderno en el que convierte al genial Luis Callejo.
En esencia es la historia de un perdedor, un cineasta frustrado y alcohólico, que vive con su hijo en la pobreza, y es tan pobre que solo tiene sus sueños rotos. Y alternando con la historia principal nos cuenta la historia que siempre quiso hacer, compuesta por ilusiones perdidas y sus fantasías, con un toque que podría evocar un cierto Terry Gilliam.
Como puede deducirse, no carece de su componente psicodélico, y busca también ser emotiva, aunque no termina de funcionar. Al menos a mí no me cautivó.
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