Uno de los paseantes del sábado.
Ya se acaba el verano, pero por suerte no el concepto de los fines de semana. El viernes al salir de trabajar me dirigí a Sarriko, al colegio de fisioterapeutas, donde una amiga impartía una charla, al finalizar la cual nos pusimos tibios a canapés, que había lunch.
Por la noche mi señora novia y yo nos fuimos a dar un paseo, acercándonos a ver un poco por encima el festival de ciencia-ficción feminista Ansible, y cuando empezó a llover un poco nos retiramos ya a ver la tele en el sofá, que el cansancio lo pedía.
Más movido fue el sábado, que tras ir al gimnasio me fui al Casco Viejo, donde había quedado con unos amigos de Santa Pola (más agregados culturales y tres perros), y todo el día por ahí deambulando, de pintxo-pote. Cuando se retiraron, me pasé por la lonja, a jugar algo a juegos de mesa (Roborally) y ya a casa.
Hoy domingo, un poco de hierros en el gimnasio por la mañana y a la tarde cine. Quería haber ido a Maxcenter, con la clásica "cine+paseo", pero la perspectiva de que me pillara la lluvia de camino me ha hecho quedar en Bilbao.
Y entre el cine y el Bioshock Infinite he pasado la tarde del domingo.
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