Un atardecer de septiembre es muy representativo del final de las vacaciones de verano.
Empieza septiembre y, aunque nadie lo adivinaría, se acabó agosto. Esto fue el sábado, pero hay una cosa llamada fin de semana, de modo que mi vuelta al trabajo ha sido hoy. Mis vacaciones de verano han sido un poco raras, pues empezaron el 1 de agosto (31 de julio realmente) pero a la vuelta de las TdN volví a Bilbao para trabajar 4 días, con un fin de semana en medio, y ya me cogí la segunda quincena, con lo que realmente solo he estado dos semanas sin aparecer por la oficina. Sin embargo, el efecto psicológico de "cambio de curso" hace que hoy haya aparecido con la sensación de no haber ido por ahí en milenios, con el clásico "a ver si me acuerdo de cómo se hacen las cosas". Claro que es posible que a esto contribuya el haberme despertado a las 5 de la mañana, de modo que estaba que me moría.
Sin embargo esto de no haber cogido el mes entero tiene un efecto positivo, y es que todavía me quedan unos cuántos días de vacaciones sin gastar de aquí a que se termine el año. Y eso siempre está bien.
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