Ya está en su nuevo reino.
Hoy se ha cerrado otra importante etapa del inminente cambio de casa, y es que la próxima vez que vaya a trabajar será desde mi nuevo domicilio, ya que el domingo me instalaré definitivamente en el piso, con lo que pasará de ser un mero inmueble de mi propiedad a ser mi casa.
Eso implicará un pequeño cambio de rutina por las mañanas, cambiando la ruta para ir al trabajo, que a partir del lunes me pillará más cerca. No tanto como mi antiguo trabajo, que es donde estaba cuando compré, pero cinco minutillos cada mañana ya me ahorro.
Quedan solo un par de días antes de la mudanza y luego está la parte de dejar el otro vacío antes del miércoles. ¿Quien dijo pánico?
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