Comienza la fase 4 de Marvel
Después de la épica de Endgame la fiesta de Marvel sigue, y el nuevo comienzo es protagonizado por el que bien podría ser el personaje más icónico de los cómics de Stan Lee: el amigable trepamuros, que pasa a ser el nuevo buque insignia de la factoría.
He de reconocer que no de termina de convencer esta visión de Spiderman (el pupilo tecnificado de Tony Stark), y hay detalles que no me gustan mucho (esa MJ que es MJ pero no, ese Flash Thompson que de Flash tiene solo el nombre o que Tia May pase de ser una entrañable ancianita a ser todo un sex symbol), pero con los años me voy haciendo más flexible con estas cosas y además respeta elementos fundamentales del personaje, como la eterna lucha de Parker para compaginar su vida personal y su trabajo como superhéroe. Y lo que es importante: es muy divertida, con momentos de verdadera carcajada, que al final es lo que se le pide.
Aquí nos plantean una trip movie juvenil en la que un viaje de estudios es la excusa para que Spioderman se pasee por Europa desfaciendo entuertos y nos introduzcan a uno de los personajes clásicos de los cómics: el enigmático Misterio, que a mi parecer está aquí muy logrado.
Sobre el personaje de Misterio (va spoiler), es curioso cómo hacen lo de presentarlo como héroe para "sorprender" mostrándolo como villano, y que a la vez siga teniendo un hilo argumental de interés para los que ya le conocían del cómic.
Con respecto a las escenas postcréditos, la primera me encantó, con toda una declaración de intenciones de mostrar un giro hacia un Spiderman más clásico, recuperando a un actor de las películas de Sam Reimi.
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