La lonja parece otra.
Siguiendo con la dinámica de trabajar más en vacaciones que fuera de ellas, ya ayer adelanté que había tocado currar también en la lonja, pero voy a hablar del fin de semana en general, que es lo típico de los domingos.
El viernes por la tarde me acerqué a la lonja, no a currar sino a jugar (que bastante había currado ese día en casa) y tras echar unas partidillas al How to rob a bank, el Skulls&Roses y el Bang!, me fui a casa, que estaba cansado y quería aprovechar la mañana del sábado.
Como lo de recortarlas no me estaba quedando muy allá y no eran caras, me fui de nuevo a Leroy Merlin a por tablas (esta vez del tamaño adecuado) y barra de armario, pero esta vez volví en metro y no dándome el paseo. Comí, fui a casa a instalar baldas y armario y de ahí a la lonja, a rasear paredes.
Por la noche tocaba evento festivo con la gente del club del libro, primero con comida y bebida en casa y luego de txoznas, que eran fiestas de Barakaldo, más o menos hasta las 4, que yo no podía ni con mi alma y además hoy también me quería levantar pronto.
La razón es que a las 10 de la mañana tocaba F5 para apuntarme a las actividades de TdN, lo que no ha ido del todo mal. Luego a llevar más cosas al piso y de ahí a la lonja a pintar.
Tras un rato de trabajo, nos hemos zampado unas pizzas, hemos vuelto un poco al tajo y ya a las 17 un descanso para jugar un poco a rol, con una nueva entrega de la campaña El enemigo interior de Warhammer, de la que hoy hemos comenzado el último libro.
Y eso ha sido el fin de semana. Muero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario